El análisis estratégico de las organizaciones necesita hoy, más que nunca, optimizar la gestión tributaria de cada entidad a fin de crear una cultura empresarial ética y responsable.  Para ello, debemos considerar los siguientes aspectos:

Gestión tributaria

Una adecuada gerencia fiscal se preocupará de los siguientes aspectos:

• Conocer e interpretar las leyes impositivas vigentes
• Evaluar el impacto que cada normativa tiene para la organización
• Establecer los sistemas de control interno que la empresa requiera a fin de cumplir con los requisitos legales
• Combinar el cumplimiento de los deberes fiscales y el logro de los objetivos organizacionales

Riesgos de una deficiente gestión tributaria

Los principales riesgos de una gestión tributaria deficiente son:

• Incumplimiento de los deberes fiscales con graves consecuencias económicas para la organización (multas, intereses, gastos legales…)
• Merma en el valor del negocio debido a una gestión fiscal ineficiente y no responsable
• Escasa reputación social para la entidad. La transparencia fiscal es indicativo de una empresa comprometida socialmente con su entorno.

Carga tributaria total Vs Planificación empresarial

Cuando hablamos de impuestos con nuestros clientes y le explicamos la variedad de leyes fiscales que los pueden afectar, sobre todo si son considerados Sujetos Pasivos Especiales (SPE) por la Administración Tributaria, las preguntas que surgen con mayor frecuencia son: ¿qué impuestos debo cancelar? y  ¿cuánto es el total de impuestos que voy a pagar?

A fin de contestar estas preguntas lo primero que debemos hacer es conocer los objetivos y cifras de la empresa a fin de proyectar los resultados tanto contables como fiscales y así poder contestar las inquietudes de los empresarios. La palabra clave aquí es planificar. La gerencia de la empresa debe estar consciente de que, la planificación y los sistemas informatizados, le permitirán conocer sus números día a día lo cual implica:

• Información actualizada que debe ser compartida con el departamento de cuentas por pagar a fin de garantizar que existan los recursos necesarios para cumplir puntualmente con todas las obligaciones tributarias. Debemos recordar que para los SPE estas son de periodicidad quincenal y abarcan no solo el pago de los impuestos propios, sino también la cancelación oportuna de las retenciones/percepciones de IVA e IGTF.
• Información fundamental para el departamento de compras. La Administración Tributaria y demás organismos recaudadores deben ser considerados dentro de la planificación como un “proveedor” mas y, por tanto, los responsable de compras deberán considerar este aspecto a la hora de realizar su planificación.
• Información imprescindible para el área de cuentas por cobrar, los cuales deberán asegurar que la empresa cuente con los recursos necesarios para cumplir con todas sus obligaciones, tanto operativas como fiscales.
• Información para el departamento de contabilidad y/o gestión tributaria para elaborar los análisis y pronósticos necesarios a fin de contar con una empresa transparente y socialmente responsable de sus obligaciones.

¿Y los procesos administrativos?

Una vez les explicamos a nuestros clientes lo comentado en el punto anterior, las siguientes preguntas son ¿y cómo optimizo mi gestión tributaria? ¿Cómo sé si lo he venido haciendo bien? 

Comencemos por la segunda pregunta.  Es imprescindible, antes de tomar cualquier medida de carácter organizativo, el saber en qué estado se encuentran los procesos fiscales y administrativos de nuestros clientes. Para ello debemos realizar una revisión de todos los aspectos fiscales de la empresa y detectar las deficiencias que pudieran haberse cometido, así como, los eventuales riesgos que estas puedan tener para la organización. Esta revisión puede ser llevada a cabo por los auditores internos de la empresa, en caso de contar con este departamento, o por especialistas externos. Este será el primer paso para crear una estructura administrativa adaptada a las necesidades y tamaño de la organización, capaz de cumplir con los requerimientos fiscales de la empresa. Ya tenemos, pues, la respuesta a la primera de las interrogantes.

Decisiones a tomar

Una vez elaborado el análisis e informe propuesto en el punto anterior, el cuerpo directivo de la organización deberá seleccionar las acciones necesarias para mejorar su gestión tributaria. Algunas de las alternativas que pueden surgir son:

• Crear un departamento de gestión tributaria dentro de la organización: este punto aplica para aquellas organizaciones con alto volumen de transacciones y con operaciones complejas o muy específicas. La empresa debe asegurarse de contar con la capacidad económica que les permita mantener esta estructura en el tiempo.
• Adiestrar al equipo de gestión tributaria en las últimas técnicas y tendencias: el adiestramiento no solo debe realizarse en el área impositiva, también se incluirán las últimas tendencias tecnológicas que permitan ahorrar tiempo y garantizar la consistencia de las cifras manejadas.
•  Contratar un servicio de outsourcing fiscal: esta alternativa es válida para empresas de todos los tamaños. Las empresas se garantizan un manejo óptimo de sus tareas fiscales con una relación costo/beneficio muy adecuada y además obtienen una evaluación imparcial acerca del desenvolvimiento fiscal y administrativo en sus organizaciones.

 Acciones a implementar

No importa que alternativa adopte la empresa, si crear un departamento interno de gestión tributaria o si contratar un servicio de outsourcing, no podemos dejar de tomar las siguientes medidas:

• Analizar y establecer los eventuales riesgos fiscales que pueda tener la empresa
• Diseñar y adaptar los controles internos de la organización para que garanticen el cumplimiento y consistencia de las normas tributarias
• Actualizar y mejorar, de manera permanente, tanto el personal como los recursos tecnológicos para adaptarnos a las necesidades del entorno.

En el siguiente artículo vamos a continuar con este tema, que todavía tiene mucho que aportarnos. ¡Nos hablamos amig@ lector!

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