¿Cómo impacta a los clientes las deficiencias que puede cometer un auditor, en su papel de asesor?. Conozca cuáles son algunas de esas fallas…
7 Fallas que puede cometer un auditor asesor
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Hoy retomamos un tema que hace tiempo ya habíamos tratado: la auditoría financiera. El enfoque que voy a darle a este artículo son las deficiencias que pueden cometer el auditor, en su papel de asesor, y su impacto dentro del informe final. Comencemos pues:
El paso inicial: planificar
Debemos planificar adecuadamente cada uno de los pasos a realizar en la auditoría, considerando de manera muy cuidadosa el tipo de entidad que vamos a revisar. Es obvio que no es lo mismo auditar una empresa manufacturera que un banco, una compañía con varias tiendas al detal que una empresa de ingeniería. Cada una de ellas tendrá leyes, regulaciones y principios contables de aplicación específica.
Un buen asesor no deja espacio a la improvisación
Antes de llevar a cabo la auditoría deben establecerse los criterios que serán utilizados. No se puede improvisar una vez nos encontramos en las instalaciones del cliente. El determinar las bases del análisis forma parte importante de la planificación del trabajo.
Conozca a su cliente y establezca sus puntos claves
Para poder establecer adecuadamente los criterios de la asesoría, se debe conocer la empresa que se va a auditar. No nos referimos aquí a la elaboración del archivo legal de la entidad, aspecto obligatorio y de gran importancia, sino a un conocimiento más amplio de las actividades de la organización. Conocer los siguientes aspectos, entre otros, es fundamental:
- Objetivo, misión y visión: ¿Quiénes son los accionistas de la empresa?, ¿a qué se dedica?, ¿cuál es su posición en el mercado?, ¿cuáles son sus planes a corto y mediano plazo?
- Tamaño de la entidad: ¿tiene sucursales, fábricas u otro tipo de instalación además de las oficinas centrales?, ¿con cuántos colaboradores cuenta?
- Procedimientos de fabricación y/o venta: ¿fabrica totalmente los artículos que vende o solo en parte?, ¿importa insumos o productos terminados?, ¿cuáles son sus principales proveedores y clientes?
- Control interno de la entidad: ¿cuenta con departamento de auditoría interna?, ¿tiene manual de normas y procedimientos?, ¿cuál es el nivel de las personas que trabajan en los departamentos administrativos y contables de la organización?
- Áreas claves de la organización: es obvio que si la empresa es manufacturera, el inventario es una de las cuentas que requerirá uno de los análisis más detallado, sin embargo, en una empresa de consultoría, este rubro posiblemente ni siquiera exista o tendrá una importancia relativa no relevante. Este ejemplo ilustra, de manera bastante gráfica, lo que es una cuenta clave en una organización.
Personal calificado
La auditoría debe ser realizada por personal capacitado y experto en el área que está siendo auditada. Este punto que puede resultar obvio, en la práctica no siempre cumple con los estándares mínimos. Las firmas de auditores tenemos como responsabilidad el contar con equipos suficientemente formados y desarrollados que nos permitan brindar a nuestros clientes un servicio profesional de primer orden. De igual forma, existirán oportunidades donde tengamos que solicitar ayuda a un asesor experto en los temas que van más allá de lo meramente financiero y contable, como puede ser la colaboración de peritos evaluadores.
Ahí viene el lobo… perdón, el auditor
Las empresas deben desterrar de sus organizaciones la idea de que la auditoría es una actividad punitiva, encargada de buscar errores con el fin de “castigarlos”. Se debe ver como una oportunidad de mejora que se realiza con el fin de optimizar el desempeño de la organización y de sus colaboradores. Recordemos que la auditoría es una herramienta que ayuda a la gerencia en la toma de decisiones acertadas mediante el uso de unos estados financieros que presentan razonablemente la situación de la entidad.
Formación continua
La formación permanente de un auditor y/o asesor es indispensable ya que las organizaciones, leyes, tecnologías y normativas contables están en permanente evolución. Esta cultura de la formación continua debe ser inculcada desde la universidad a fin de que los egresados la practiquen, luego de abandonar las aulas, de manera habitual.
El informe final
Es obvio que el informe final no alcanzará el nivel de excelencia necesario si el equipo de auditoría comete una o varias de las inexactitudes reseñadas en los puntos anteriores. Es por ello que los invito a reflexionar sobre las mismas, a fin de no cometer alguna de ellas, y así brindar un servicio óptimo de asesoría.
En este artículo deseamos exponer el tema de la auditoría desde un punto de vista poco usual y conversar sobre algunas de las deficiencias que pueden tener los auditores al momento de realizar su gestión. Como profesionales debemos mantenernos en permanente evolución y el conocer nuestras fallas es el primer paso para subsanarlas.
Espero amig@ lector que estas observaciones le sean de utilidad. Nos hablamos!
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