Negocio en marcha, valor razonable y deterioro de los activos,son algunos de los principios contables que merecen especial atención a la luz del Coronavirus
7 Aspectos contables del Coronavirus COVID-19 – Parte I
Indice de contenidos
Al momento de escribir este artículo hay más de 400.000 infectados por el Coronavirus COVID-19 en todo el planeta. Nos encontramos en marzo 2020 y las empresas, que en su mayoría terminaron su año contable y fiscal el 31 de diciembre de 2019, están preparando sus estados financieros de cierre. Las notas a los estados financieros deberán contener un exhaustivo análisis del impacto que esta enfermedad causará en las organizaciones. Las repercusiones económicas de esta pandemia no se han hecho esperar y las economías de todo el mundo muestran las primeras consecuencias. Veamos algunos puntos en concreto:
Las primeras consecuencias económicas son, entre otras:
- Caída de los mercados bursátiles
- Paralización total o parcial de los procesos productivos, logísticos y comerciales
- Caída en la demanda y precio del petróleo
- Reducción drástica de las ventas en todos los sectores a excepción de los dedicados a los equipos y suministros de salud, farmacias, laboratorios y afines.
- Hundimiento de los sectores económicos dedicados a los viajes y hostelería (agencias de viaje, aerolíneas, organización de eventos y ferias, hoteles, restaurantes…).
- Mínimo acceso a las fuentes de financiamiento
- Clausura de tiendas y fábricas
- Pérdida de puestos de trabajo temporales y fijos
- Disminución del poder adquisitivo de los consumidores y desviación de sus escasos recursos (incluyendo ahorros) a bienes de primerísima necesidad
- Interrupción y/o retraso de eventos deportivos y culturales de grandes dimensiones.
¿Contabilizar o informar?
Una de las primeras preguntas que surge es: ¿los efectos del Coronavirus sobre la información financiera deben contabilizarse en el 2019 o considerarse un evento posterior?. Si analizamos la NIC 10 “Eventos después del período de informe”, vemos que los cambios significativos en las condiciones comerciales y económicas originados por el COVID-19 deben ser tratados como eventos no ajustables debido a que el desarrollo significativo y la propagación del Coronavirus no tuvieron lugar hasta enero de 2020. Es a partir del 31 de enero del 2020 que el COVID-19 es considerado una amenaza para la salud global.
Información para la toma de decisiones
Las organizaciones, de acuerdo a su envergadura, tienen que ponderar el impacto del COVID-19 en la economía local, nacional, mundial y en los mercados de capitales. Cada empresa debe analizar de manera detallada sus propias circunstancias y riesgos así como la forma en que se verán afectadas sus cifras. Todas las consecuencias significativas del COVID-19 deberán presentarse en las notas de los estados financieros. Recordemos que las cifras contables tienen como fin último el ayudar a la toma de decisiones gerenciales, por lo que la no divulgación de las consecuencias económicas de la pandemia pudiera influir en dichas decisiones.
Puntos claves a revisar
Algunos de los puntos a revisar son:
- Estimaciones de deterioro de activos financieros (pérdidas crediticias esperadas) y activos no financieros (incluyendo plusvalía)
- Valoración de inventarios.
- Cálculo del valor razonable.
- Suspensión o terminación de contratos.
- Provisiones para contratos onerosos.
- Desencadenantes de condiciones que dan lugar a que la deuda u otros instrumentos requieran ser redimidos (o reembolsables a opción de la contraparte). Incumplimiento de convenios en préstamos u otros arreglos
- Negocio en marcha.
- Manejo de riesgo de liquidez.
- Eventos posteriores a la fecha de reporte.
- Relaciones de cobertura.
- Interrupción en la cadena de suministro u otra interrupción comercial
- Recuperaciones de seguros relacionados con interrupciones del negocio.
- Beneficios por culminación de relación laboral.
- Condiciones y modificaciones de compensaciones basadas en el desempeño de acciones.
- Consideraciones de contingencias por acuerdos contractuales.
- Modificaciones de acuerdos contractuales.
- Consideraciones fiscales
Deterioro de activos no financieros
Es más que factible que el COVID-19 haya ocasionado el deterioro de algunos de los activos de las empresas más afectadas por esta crisis. Los flujos futuros de efectivo, así como las ganancias que dichos bienes pudieran haber generado para la empresa se verán condicionadas, sino claramente eliminadas, por lo que es necesario que las empresas lleven a cabo pruebas de deterioro minuciosas.
Encontraremos indicadores de deterioro (o no) si realizamos:
- Análisis del entorno económico donde opera la entidad
- Planes de cierre o modificación de la línea de producción donde opera el activo
- Reestructuración de las operaciones
- Cambios en los productos o mercados de la empresa
- Evaluación y análisis de las plusvalías y activos intangibles con vida útil indefinida.
Valor razonable
Al calcular el valor razonable de los activos financieros y no financieros, se debe utilizar proyecciones razonables que reflejen los cálculos de la gerencia de acuerdo a las condiciones económicas que existirán durante la vida útil restante del activo. Estos cálculos deben hacerse al 31 de diciembre de 2019.
Negocio en marcha
Si los sucesos posteriores al 31 de diciembre de 2019, ocasionados por el Coronavirus, han provocado un deterioro tan significativo en las condiciones económicas de una entidad que se pone en duda la capacidad de la empresa para seguir funcionando, será necesario considerar si los estados financieros para el período hasta el 31 de diciembre de 2019 deben prepararse de manera continua.
Al no ser válido el supuesto de negocio en marcha se requiere un cambio fundamental en la base de la contabilidad, en lugar de un ajuste de los montos reconocidos dentro de la misma.
Sin embargo, si se determina que la base de preparación del negocio en marcha sigue siendo la adecuada, la gerencia debe aportar notas ampliadas para respaldar su conclusión. Estas incluirán:
- Una explicación detallada de cómo el brote de Coronavirus afectó a la empresa y cuáles fueron (y están siendo) los planes de la gerencia para hacer frente a sus efectos.
- Exponer la incertidumbre sobre la capacidad de la entidad para continuar como empresa en funcionamiento.
Aún quedan varios puntos importantes por analizar, los cuales serán objeto del próximo post. Por hoy, solo me queda recomendarles que permanezcan en sus casas y que aprovechen este tiempo para seguir aprendiendo.
No quiero despedirme sin antes agradecer a todas las persona que, de manera altruista y sacrificada, están anteponiendo el bien común al personal y, día a día, trabajan dando lo mejor de si para que todos salgamos de esta crisis. ¡Estoy segura que la humanidad saldrá reforzada después de esta pandemia!
¡Nos hablamos amigo lect@r!
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