Desde hace unos meses el tema de las criptomonedas, y sobre todo del Bitcoin, acapara “páginas enteras” en artículos, webinars, televisión y redes sociales. Estos tips no pretenden dictar cátedra, más bien desean mostrar conceptos básicos y las diversas opiniones a favor y en contra de las criptomonedas. Veamos entonces:

¿Qué es una criptomoneda?

Una criptomoneda, básicamente es un medio de intercambio digital, puede ser considerada una divisa ya que posee valor y no depende de ningún ente regulador como puede ser un gobierno o un banco. Aquí surge la primera y quizás más severa controversia, los defensores de este tipo de activos defienden que al eliminar los controles gubernamentales y de grandes corporaciones se disminuyen los costos de las transacciones y se diluye el control sobre la divisa lo que dificulta las manipulaciones y manejos especulativos. Los detractores del Bitcoin y demás criptomonedas aseguran que el valor de las mismas es “humo” ya que no tienen respaldo real, como por ejemplo el oro.

¿Cuál fue la primera criptomoneda?

La primera criptomoneda que se creó fue el Bitcoin, en 2.009. Su valor inicial era de cero (0) dólares americanos (US$) y durante el 2.010 su precio más alto fue de 0,39 US$. En diciembre de 2.017 esta criptomoneda rozó los 20.000,00 US$ y al momento de escribir este artículo ronda los 9.700 US$. Como leí recientemente, “el invertir en Bitcoin no es para cardiópatas”. A continuación transcribo el mensaje que se muestra en la página de venta de otra criptomoneda (https://content.etoro.com/), pero que se puede aplicar en principio a todas: 

“Los precios de las criptomonedas pueden fluctuar ampliamente y, por tanto, invertir en ellas podría no resultar apropiado para todos los inversores. Ningún marco normativo de la UE supervisa la inversión en criptomonedas. El desempeño pasado no garantiza los resultados futuros. El historial de inversión presentado tiene menos de 5 años y podría no ser suficiente para tomarlo como base en una decisión de inversión. Su capital está en riesgo.”

Por otro lado, los inversores en este tipo de activos defienden su alta rentabilidad y lo ven como una apuesta a futuro. Recomiendan invertir una cifra fija mensual para lograr un promedio adecuado y así acumular Bitcoins sin estar pendientes de las fluctuaciones puntuales. Aseguran que los 9.700 US$ actuales están muy lejos de los 1.100 US$ de febrero 2.017.

Oferta limitada

La oferta del Bitcoin está limitada a los 21 millones, de los cuales la mitad ya han sido producidos. Es obvio que los inversores más beneficiados son los compradores tempranos, entre los que destaca el creador de la criptomoneda, Satoshi Nakomoto, que se estima posee alrededor de un millón de Bitcoin. ¿Esto no contradice el tema de la acumulación de poder sobre la divisa?…

Cabe destacar que Satoshi Nakomoto no es un nombre real …

Impulsores de las criptomonedas

Los bloqueos bancarios y las crisis de las monedas fiduciarias han sido los principales impulsores de las criptomonedas. Así lo afirman los defensores de este tipo de activos y ponen como ejemplo el caso Wikileads en 2.010 y la crisis bancaria chipriota en 2.013. 

Pero veamos cómo funciona…

En el día a día hacemos transferencias bancarias de manera rutinaria. Para ello, utilizamos un banco como intermediario y así recibimos o cancelamos nuestros fondos.  Los usuarios del Bitcoin y demas criptomonedas eliminan a los terceros y, de manera directa, intercambian entre si sus monedas virtuales. Esto lo llevan a cabo utilizando sistemas encriptados con una doble llave que garantizan la seguridad de la transacción.

Los usuarios mas “actualizados” han llegado a implantarse chips que son leídos por diferentes computadoras y con los cuales pueden cancelar, con solo colocar su mano frente al lector, sus compras en bitcoins. Es obvio que para realizar estas transacciones tanto comprador como vendedor deben aceptar la misma criptomoneda. Los defensores de las monedas virtuales aseguran que esto es el “futuro”.

¿Y qué es un monedero?

Como si se tratase de una billetera, estas apps guardan las claves, públicas y privadas, para que el usuario pueda realizar sus transacciones. La clave pública es similar al número de cuenta en un banco y la privada equivaldría a nuestro PIN secreto.  Las aplicaciones se pueden instalar en dispositivos móviles o bien pueden usarse en plataformas que prestan este servicio en la red.

Pero esto funciona gracias al blockchain…

Imaginémonos un gigantesco libro de contabilidad donde  todas las transacciones quedan registradas, con el propósito de garantizar que una misma “moneda” no es usada, por el mismo propietario, más de una vez. La información es transmitida a todos los nodos de la red, es decir a cada computadora conectada al sistema, y permite rastrear todas las operaciones realizadas. No se pueden borrar ni modificar transacciones pasadas y la red ha impuesto una serie de normas que todos los usuarios deben seguir.

Papá, cuando crezca, voy a ser minero

Esta frase hasta hace solo diez años tenía una connotación muy diferente. Hoy esta profesión ha cambiado el pico y la pala por una red de computadoras y en vez de trabajar en medio del carbón, confirman transacciones en criptomonedas, reparan los blockchains y aseguran la integridad de los de los datos en la red. Trabajan para solucionar problemas informáticos y a cambio reciben pagos en bitcoins.

Las transacciones se van reuniendo en bloques que deben ser validados a través de una clave (hash). Cuando un minero encuentra un hash, que tiene que cumplir una serie de condiciones, obtiene un pago de 12,5 Bitcoins.

Esta tarea que puede parecer muy democrática no lo es tanto. Para tener un mínimo de posibilidades en la misma se debe contar con una capacidad de cómputo enorme lo que implica una inversión desmesurada en equipos y un consumo energético de muchos cientos de miles de dólares al mes. Recientemente vi un reportaje  de un minero de bitcoins con base en un país nórdico (las bajas temperaturas ayudan a disminuir el consumo energético por no necesitar equipos de enfriamiento muy grandes). Las instalaciones eran asombrosas: un galpón de varios cientos de metros cuadrados y de 5 o 6 metros de altura repleto de computadoras de piso a techo, trabajando sin cesar los 365 días del año. El propietario de esta “mina” solo quiso dar un dato, su consumo de energía al mes es de 500.000 euros.  Saque usted sus propias conclusiones…

Hay mucho más que contar acerca de las criptomonedas, estos son tan solo algunos tips básicos. Como siempre, espero que le sean de utilidad. Nos “hablamos” en el próximo artículo…

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