Siguiendo varias sugerencias de lectores, hoy nos vamos a salir del ámbito empresarial y tocar el tema de las finanzas personales. El tener ordenado este punto en nuestras vidas nos evita muchos inconvenientes y nos ayuda a “dormir más tranquilos”. Veamos entonces algunas pautas básicas:

Asegúrese de tener las cifras claras

Aunque parezca mentira, muchas personas no saben exactamente cuánto dinero le ingresa periódicamente (mensual, trimestral, anual…). Bien porque no tienen ingresos fijos, bien porque cuentan con varias fuentes de ellos, o bien porque teniendo un sueldo, no toman en consideración las deducciones legales, por préstamos, o por planes de ahorro, que les realiza la empresa. Conclusión: lleve un control exhaustivo de sus ingresos a fin de conocer su “margen de maniobra”.

Elabore una lista considerando todos sus gastos

La enumeración de sus salidas de dinero debe ser realista, actualizada, considerar una partida para imprevistos y diversión y tomar en cuenta los gastos que se hacen de manera puntual durante el año, tales como: seguros, celebraciones familiares, mantenimiento de vivienda y/o automóvil, etc.   

Clasifique los gastos de acuerdo a su importancia

Es obvio que todos los gastos no tienen la misma prioridad, no es lo mismo el alquiler de la vivienda, la alimentación y los gastos médicos y de educación, que las erogaciones por concepto de salidas y almuerzos en restaurantes los fines de semana. Le sugiero enumerar en orden de importancia cada uno de ellos (sin dejar ninguno escondido…), eso le permitirá establecer las prioridades y   darse cuenta de los diferentes egresos que realiza durante un mes. ¡Sus finanzas personales se lo agradecerán!

Entradas Vs salidas

Verifique que sus ingresos cubren todos sus gastos, de no ser así analice seriamente que salidas de dinero tiene que cortar. Los gimnasios pueden ser sustituidos por ejercicios al aire libre y la compra de algún equipo adicional, el cambio de vehículo puede esperar fácilmente uno o dos años, el viaje de vacaciones al exterior puede convertirse en  unas vacaciones dentro del mismo país. Es obvio que comenzamos cambiando y/o eliminando las erogaciones menos prioritarias. 

Establezca períodos de análisis cortos

Por ejemplo, si cuenta con un sueldo y se lo cancelan de manera quincenal, elabore su planificación cada quince días. Eso le dará mayor control de la situación.

¡Cuidado con los “gastos varios”!

Piense en un día cualquiera de labores y anote detalladamente todos los pagos que realiza, se va a percatar que los pequeños gastos, que de manera individual parecen no tener relevancia, al sumarlos pueden significar una partida muy considerable de su presupuesto. 

Establezca un vínculo entre las entradas fijas y los egresos fijos

Si Usted es de las personas que cuenta con ingresos fijos y variables, atienda con su parte fija los gastos más importantes e imprescindibles y deje la parte variable para cubrir erogaciones menos prioritarias. 

No ponga todos los huevos en la misma cesta

Busque siempre la manera de tener más de una fuente de ingreso, como decían nuestras abuelas, no coloque todos los huevos en la misma cesta. Si es empleado de una empresa trate que sus ahorros estén invertidos de manera tal que le reporten beneficios, realice asesorías fuera de horas de oficina a clientes particulares, conozca las herramientas que le brinda internet para tener ingresos pasivos (cursos, charlas, asesorías…), en definitiva, diversifique sus entradas.

¡Cuidado con los empleos y las ofertas mágicas para multiplicar el dinero!

El caer en estas ofertas engañosas nos puede llevar a perder grandes cantidades de dinero y de tiempo. No se fie solo de las apariencias y las grandes oficinas, averigüe bien antes de entrar en uno de estos grupos. Pregunte, pida cifras que pueda constatar por su cuenta, hable con personas que hayan realizado tareas similares, en definitiva, indague antes de dar cualquier paso. 

Aprenda a diferenciar lo importante de lo accesorio

Estamos de acuerdo que un buen par de zapatos a la larga nos hace ahorrar dinero, pero debemos preguntarnos ¿la calidad va siempre de la mano con la marca?. Cuidado con caer en las trampas de la moda y no diferenciar entre calidad y marca. El querer estar siempre a lo último en tecnología, ropa y accesorios, se puede convertir en un  inmenso pozo sin fondo. Ya lo dijo Benjamín Franklin “quien compra lo superfluo no tardará en verse obligado a vender lo necesario”.

En el próximo artículo seguiremos viendo herramientas para manejar nuestras finanzas personales.

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